miércoles, 27 de abril de 2016

¿Por qué los bancos y cajas tienen tanto interés en la educación?





Rosa Cañadell, el diari de l´educació, 27/04/2016

Habla Rosa Cañadell de Cataluña, pero esa tendencia y ese interés son, desgraciadamente, extrapolables a cualquier Comunidad.

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Últimamente se habla mucho de innovación educativa, de nuevos proyectos y nuevas formar de enseñar, de la aplicación de las nuevas tecnologías, de escuelas avanzadas ... Pero todo esto ¿para enseñar qué? ¿Al servicio de quién?

Deberíamos tener presente que la educación nunca es neutra y que los contenidos que se imparten y las metología que se utilizan tienen siempre una ideología detrás. Quién diseña los programas, quien ejerce una metodología y quien imparte las clases son personas con ideología y, por tanto, esto es lo que reciben nuestros alumnos. Y no debemos perder de vista que la ideología dominante -la de quienes tienen el poder político, económico y mediático- está muy interesada en ser la que se transmite en la escuela.

La educación pública, con profesorado diverso y con familias diversas, ha tenido siempre la ventaja de ser plural. Y esta pluraritat es la que puede asegurar el no adoctrinamiento del alumnado. El profesorado de la educación pública -al menos hasta ahora- no es escogido en función de su ideología, sino de sus conocimientos de docencia y de la materia como lo imparten.

Pero todo esto se está revirtiendo y pervirtiendo en el momento que otras instancias, muy alejadas del mundo educativo, como los bancos y las empresas, con una ideología y unos intereses muy claros y muy concretos, totalmente alejados de los del mundo educativo, están entrando en las aulas.

Intentar imponer una ideología a partir de la escuela es algo muy antiguo. Sólo hay que ver los esfuerzos de la Iglesia para no perder su influencia en los centros educativos, o la agresividad del franquismo para cambiar de raíz la educación republicana. Ahora parece ser que es el capital y el mundo financiero el que tiene un gran interés para conformar la ideología de las futuras generaciones y, de paso, intentar lavarse la cara ante una población que está sufriendo las consecuencias de la crisis y que cada vez es más crítica con estas organizaciones y con los estragos que su gestión ha provocado.

Que el mundo financiero intente velar por sus intereses es bien normal. Lo que no lo es tanto es que la comunidad educativa, empezando por el Departamento de Enseñanza, las direcciones de los centros, el profesorado, las familias y la sociedad en general, acepten de buen grado esta incursión en un ámbito que está en las antípodas de los intereses y de los valores de la educación.

Cómo puede ser que una empresa como Telefónica imparta cursos al profesorado sobre cómo "aprender a innovar a través de una potente metodología que enriquecerá el día a día en el aula" y, sobre todo, ¿dará a los alumnos la oportunidad de cambiar el mundo?  ¿Telefónica enseñando al profesorado como enseñar a cambiar el mundo en el alumnado? ¿Alguien cree que esto tiene sentido?

Y cómo se entiende que el Departamento de Enseñanza en Cataluña haga un convenio con una serie de organismos (Instituto de Estudios Financieros y BBVA, Caixabanc, Banco Sabadell, Santander y Caja Ingenieros, con el apoyo del Colegio de Economistas de Cataluña y la Europea Financial Planning Asociativo) ¿para que éstos vayan a las aulas a impartir Educación Financiera al alumnado? Este convenio, Educación Financiera en las Escuelas de Cataluña, cuenta con una bolsa de voluntarios, trabajadores / as de bancos y cajas, jubilados entre otros, que ofrecen un curso sobre "la gestión de los presupuestos personales, la planificación financiera y el ahorro a largo plazo y como endeudarse con cordura con productos de crédito ". Este año, un 25% de los centros escolares de toda Cataluña ya han realizado estos cursos y la intención es hacerlos extensivos al resto de centros para que quede consolidado en el currículo y en la práctica educativa. La semana pasada entidades sociales pusieron en marcha la campaña educaciocrítica.cat para oponerse.

Pero si vamos buscando encontraremos un montón de ejemplos de cómo tanto bancos como empresas están entrando, de una manera u otra, en las aulas de nuestras escuelas.

La Caja ofrece a través del KitCaixa Jóvenes Emprendedores (KCJE) "material pedagógico innovador, dinámico y creativo para trabajar el emprendimiento en el aula. Te proponemos una nueva metodología de aprendizaje a través de contenidos digitales nuevos ".

La Fundación privada de empresarios FemCAT ofrece el programa Escuela y Empresa, elaborado conjuntamente con el Departamento de Enseñanza. "El programa se centra en el encuentro entre el alumnado y una persona que dirige la propia empresa que les explicará su vivencia. La conversación con esa persona y la reflexión sobre su motivación al día a día ayudará a los y las estudiantes a visualizar aspectos de la vida en la empresa y de su papel en la sociedad desde una perspectiva diferente a la que es habitual " . ¿Diferente a qué? ¿Se trata de explicar la necesidad de hacer contratos basura, pagar sueldos miserables, o de montar empresas en Vietnam para obtener más beneficios?

Más casos. En el Portal Educativo del Banco de España se encuentra: "Si tienes más de 15 años, el Aula Virtual te ayudará a conocer qué es el Banco de España y qué papel juega para lograr la estabilidad de precios y los sistemas financiero y de pagos. "Ni una palabra sobre la crisis financiera, sus causas y sus efectos, muchos de los cuales están sufriendo una parte importante de nuestro alumnado.

La Fundación Botín, del Banco de Santander, hace años que tiene un programa Empieza por Educar que ya ha intentado hacer entrar su profesorado en los centros educativos ... Y si buscamos encontraremos un puñado más de ejemplos.

Ante todo esto, se necesitan muchas preguntas y, sobre todo, muchas protestas. Cabe preguntarse: son los bancos y las empresas, los mismos que han desahuciado a miles de familias, que han estafado con las preferentes, que han tenido que ser rescatados con dinero público -por su mala gestión-, que tienen sus trabajadores / as con contratos precarios y sueldos de miseria, son estos los más indicados para preparar material didáctico y dar lecciones al profesorado?

Tiene sentido que se presten edificios públicos, pagados entre todas, como son las escuelas y los institutos, para bancos y empresas se laven la cara y, además, hagan propaganda de susproductos (planes privados de jubilación, seguros, hipotecas, etc. ) y adoctrinen nuestro alumnado? Alguien piensa que a los 15 años lo que más interesa a los alumnos son los planes de jubilación? Alguien piensa que es eso lo que tenemos que enseñar?

Por otra parte, ¿es que no tenemos profesorado suficientemente preparado para impartir contenidos de economía? ¿Es que ahora la innovación educativa es la que dictan las empresas?  ¿Hemos perdido el juicio?

Todo ello es muy serio y está pervirtiendo el sentido mismo de la educación. La educación debe estar al servicio de toda la sociedad y no al servicio de unos cuantos privilegiados. La escuela debe transmitir conocimientos y capacidad crítica, valor humanos y solidarios, que ayuden a crecer a todo el alumnado y ayuden también a mejorar la sociedad. Y es evidente que los intereses y los valores de las empresas y las organizaciones financieras no son precisamente éstos. La cantidad de corrupción y abusos de bancos, empresas y políticos, no es el mejor ejemplo para las futuras generaciones.

Las escuelas, los institutos y la universidad son espacios privilegiados, donde se socializan, aprenden, comparten y viven todos nuestros niños y jóvenes. Es un espacio donde, además de aprender una profesión, se aprende a pensar, a conocer ya interpretar el mundo. Es el espacio donde pasan más horas los chicos y chicas, donde reciben más informaciones y donde aprenden a convivir. Los centros educativos son espacios que se deben cuidar y mimar, y lo que se hace en ellos, debe estar al servicio de la sociedad. No se puede dejar que todos puedan invadir estos espacios

Con esto no quiero decir que las escuelas e institutos deban funcionar al margen de la sociedad y que nadie pueda colaborar, al contrario. Es bueno y positivo que la escuela esté abierta a lo que ocurre en su entorno y al mundo en general. Esto forma parte de la educación. Pero para eso están los docentes y las materias curriculares. Es positivo que un docente pueda invitar a una persona para acercar al alumnado a una realidad concreta (una persona inmigrada que cuenta su experiencia, un músico o una poeta, una sindicalista o una mujer maltratada ...), es positivo que las familias participen en la escuela ... pero eso es muy diferente a dejar en manos de un grupo de profesionales de la banca o de la empresa a diseñar un curriculum y enviar su personal a impartir clases.

En definitiva, es necesario que entre todos y todas vamos denunciante y cerrando el paso a estas prácticas que sólo hacen que poner nuestros centros educativos al servicio de los intereses financieros y dejar que se adoctrina nuestro alumnado. Es necesario que el profesorado, las direcciones de los centros, las familias y las organizaciones sociales velamos para que los mismos que nos han robado el dinero no nos roben la educación de nuestros niños y jóvenes.










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