lunes, 16 de julio de 2012

Algunas reflexiones sobre el Anteproyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa

[Texto enviado al Ministerio de Educación, -calidadeducacion@mecd.es-, por Luis Fernández, integrante del Movimiento Social por la Escuela Pública y profesor en el CIFP La Laboral de Gijón: una primera aproximación al Anteproyecto de Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa presentado por el Ministerio de Educación]

Descubro en la web del Ministerio una invitación. Embarcados en una (nueva) reforma del Sistema Educativo cuelgan en ella un documento al que acompañan con la siguiente nota: 

“La reforma que se plantea pretende ser gradualista y prudente, basada en el sentido común. Su puesta en marcha requiere de un diálogo abierto y sincero para conseguir que, con las aportaciones de todos, seamos capaces de alcanzar un acuerdo que consiga el compromiso de toda la comunidad educativa. Es fundamental que la reforma educativa sea sostenible en el tiempo, pues su éxito se medirá en función de la mejora objetiva de los resultados de los alumnos”. 

Animado por la propuesta me dispongo a leer con detalle el documento y a aportar lo que mis 35 años de experiencia como profesor (más 19 de alumno) me permitan. 

No encuentro ningún documento que merezca el nombre de tal. Sólo una presentación en diapositivas. Consecuentemente no hay ningún discurso estructurado que se pueda intentar entender. Tan sólo un conjunto de instantáneas cuyo sentido queda muchas veces confuso. 

La lectura repetida y detenida del conjunto de destellos informativos sólo logra indignarme.



http://www.ceapes.es/Documentos/borradores/propuestas-para-el-anteproyecto-de-loe.pdf
Propuesta (50 diapositivas) en PDF

Me formé en la ley del 55. Vi llegar la propuesta ilustrada (en las postrimerías de la dictadura de Franco) de la ley del 70 (la LGE). Asistí a su choque con las estructuras educativas y a su tránsito desde el régimen general de la FP al régimen especializado. Ya era profesor veterano (desde el 77) cuando se discutió, experimentó y elaboró la ley del 90 (la LOGSE). He asistido a su degradación desde el mismo día que se aprobó hasta la actualmente congelada LOE. Creía estar preparado para todo (la edad propicia un cierto distanciamiento). 

Pero este documento supera lo esperable. Y logra indignarme. Con todo prometo ser “abierto y sincero”.

Dos constantes se derivan de su estudio: 1º el escandaloso substrato ideológico que dejan transparentar los que lo redactan (quiero entender que lo dejan transparentar sin querer, no que lo muestran obscenamente) y 2º la tosquedad conceptual de que se hace gala en su redacción (y demuestra, por tanto, quien lo firma)

Ya llama la atención que cuando se está hablando del Sistema Educativo (de aquel que va a ser determinante en la educación integral de todas las personas de este país) aparezcan como 1ª debilidad del mismo: “Resultados internacionales desfavorables (PISA); y que el primer punto de partida que se plantee sea: “Mejora del nivel educativo de los ciudadanos como apuesta por el crecimiento económico y la competitividad” (aquí las negritas son suyas). ¿Es eso todo lo que le preocupa al Ministro de Educación? ¿Y todo aquello de la formación integral de la persona, de la autonomía, del sentido crítico, de los valores, del sentido democrático, del engarce en la cultura a la que pertenecemos, del conocimiento del pensamiento de la humanidad, de sus desarrollos conceptuales, de sus formas de explicar el mundo en que vivimos,…? ¿Le corresponderá al Ministro de Economía o al de Industria?

La cuestión empieza a ser insoportable cuando en la diapositiva 4 de las 50 se puede leer:


Es decir el primer principio es que el sistema va a garantizar la igualdad de oportunidades “hasta el final de la etapa obligatoria”. Lo que ocurra a partir de ahí no parece de su incumbencia. Bien porque se considera incompetente para ello o porque quiere ser cómplice de esa desigualdad de oportunidades (de los privilegios de clase). Ambas posiciones son inadmisibles.

Puede que sea una interpretación demasiado severa. Pero es lo que dice. Y si el que lo escribió no quería decir lo que dice, entonces es que no está capacitado para escribirlo. ¡Y lo firma el Ministro de Educación! Y si no está capacitado ya sabe lo que tiene que hacer y si está capacitado y quería decir eso ¿hacia dónde vamos?

Con todo es más grave el segundo principio: los estudiantes “poseen talento”. Es decir nacen con unas capacidades (hasta aquí podemos pensar que se refiere a capacidades intelectuales). Y el Sistema Educativo le “ofrece las trayectorias” para que pueda hacerlas realidad. O lo que es lo mismo el innatismo más reaccionario. Cada uno tiene lo que tiene y el sistema educativo es un sistema clasificatorio que coloca a cada uno donde le corresponde. No tiene la responsabilidad de ayudar a progresar. Sólo tiene que examinar y clasificar. ¿Es eso lo que dice la Pedagogía oficial de este país? 

Pero esta afirmación, ya inaceptable, adquiere su verdadera dimensión cuando en la diapositiva 14, al hablar de medidas de atención individualizada dedicadas a “reducir la tasa de abandono educativo temprano y mejorar la tasa de población que alcanza la ESO”, se puede leer:


Es decir, a aquel alumnado que tenga situación socio-económica desfavorable, para ese tipo de “talento”, el Sistema le va a ofrecer programas de cualificación profesional para que “pueda hacer realidad sus aspiraciones e ingresar con éxito en el mercado del trabajo”. 

Retrocediendo más allá de la Ley del 70 (aquella que decidió que a FP no debería ser para los hijos e hijas de los trabajadores sino para aquellos que –con independencia de su clase social- tuvieran dificultades en la Básica) nos situamos en los entornos de la Ley el 55 (en plena Dictadura). ¡Esto no se atrevería a decirlo el mismísimo José Antonio Girón de Velasco! 

Porque además, el que esto dice es consciente de que esos programas no sirven para ingresar con éxito en el mercado del trabajo pues como ya explica en su diapositiva 10:


Y como se encarga de dejar bien claro en la diapositiva 22:


De lo que concluimos que este sistema está diseñado para “dar una mínima cualificación profesional” a aquellos “alumnos con dificultades de adaptación o situación socio-económica desfavorable” que les harán enfrentarse a graves dificultades para incorporarse y mantenerse en el mercado de trabajo” y los dejará marcados con limitaciones para desarrollarse en la sociedad con plenas posibilidades”

¿Sobre que sustrato ideológico está construida semejante propuesta? ¿Qué anida en las esquinas del cerebro del que realiza semejantes desarrollos programáticos? 

Después de todo esto ya no puede extrañar su sentido de la participación y la democracia que, cuando tiene que proponer medidas para aplicar lo que entiende por autonomía de los centros, le lleva a plantear (diapositiva 39):


En la lectura hasta aquí ya se habrán podido notar frecuentes inconsistencias gramaticales e incorrecciones formales que quizás se pudieran atribuir al “género” elegido para redactar la propuesta. Sin embargo existen pruebas más rotundas de la endeblez epistemológica de los redactores. 

En la diapositiva 25 se puede leer:


Lo que parece dar a entender que los alumnos españoles tienen “clase de lectura” al mismo nivel que la tienen de “matemáticas”. Por si nos cabe alguna duda, el redactor cuantifica de modo preciso:


Para que quede bien claro que en la ESO los alumnos españoles de 1050 horas lectivas dedican 96 a “matemáticas”, 119 a “lectura” y 835 al “resto de las asignaturas”. 

¿Alguien le puede explicar a este sujeto que la “lectura” no es una asignatura independiente de las “matemáticas” y mucho menos del “resto de las asignaturas”? ¿Alguien le puede explicar que la capacidad lectora que tanto le preocupa porque “se lo miran en PISA” no es una asignatura que se aprenda en una clase independiente de las demás asignaturas? ¿Alguien le puede explicar a este descriteriado epistemológico cómo se organizan las capacidades, los saberes y las estrategias metodológicas para adquirirlos?

Desde luego si cree que “lectura” es una asignatura identificable como tal mucho más fácil es que crea que se puede decir, cuando está proponiendo medidas para reducir la tasa de abandono (diapositiva 13):


¿Alguien le puede explicar a este ignorante que no existen unas matemáticas universales para TODAS las ramas de FP que son marcadamente diferentes de otras que sirven para TODOS los bachilleratos? ¿Alguien le puede explicar que hacer FP no es hacer un oficio? ¿Alguien le puede explicar que las diferentes ramas de la FP tienen exigencias muy diferentes de conocimientos matemáticos? ¿Y que las diferentes ramas de bachillerato también? Que el problema es técnicamente mucho mas complejo que creer que existen unas matemáticas “académicas” y otras matemáticas “aplicadas” como eufemismo para referirse a “matemáticas para listos” y “matemáticas para torpes”. ¿Alguien le puede explicar que para “mejorar la empleabilidad” –segundo de los objetivos que se plantea la propuesta- de los formados éstos tienen que dar respuesta a las exigencias de los actuales puestos de trabajo? ¿Alguien le puede explicar lo que significó la automatización en la posición del trabajador/ra frente a su puesto de trabajo?... ¿Es posible que haya que explicarle tantas cosas? ¿Es admisible? 

Habría mucho más que decir del anteproyecto. Y cuando descienda mi indignación seguiré con ello. Pero no modificaría sustancialmente la propuesta que motivó este estudio. La tengo ya clara: Retiren el documento en su globalidad. Miren hacia el siglo XXI. Aclaren sus ideas sobre cómo quieren que sea la sociedad que viene. Infórmense sobre las ciencias y las técnicas del aprendizaje y escriban con cuidado y corrección algo que se pueda leer sin indignarse. 


Gijón, 16 de julio de 2012
Luis Fernández González




Actualización
Respuesta del Ministerio

Gracias por su colaboración. El documento publicado en la web del Ministerio recoge una serie de propuestas iniciales que queremos someter a la consideración de todos para elaborar un documento que sirva de base al anteproyecto de ley después del verano.
Por lo que respecta a la descripción de los programas de cualificación profesional de 2 años, tiene toda la razón, en absoluto queríamos decir que los alumnos que se encuentran en una situación socio-económica desfavorable deban pasar a un programa de cualificación profesional. Hemos tomado nota y ya puede ver el documento corregido en la página web del Ministerio.

Un cordial saludo,
Secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

[Propuestas posteriores incluirían modificaciones, por ejemplo, en relación a quienes se incorporarían a los programas de cualificación profesional de 2 años:

  http://es.slideshare.net/cridi/propuestas-paraelanteproyectodeley11072012]